Quienes han visto a este animal cuentan que de lejos es un perro común y corriente, pero al acercarse... muestra sus grandes ojos del tamaño de un plato y color rojo fuego. De su cuello cuelga una maciza cadena de oro puro y tiene la particularidad de aparecer sólo una vez al mes. Se dice que es el guardián de la veta más rica de oro que existe en el mundo y muchos de los calicheros se sintieron atraídos por su siniestra figura, señal inequivoca de fortunas inimaginables. Para obtenerla sólo había que seguirlo y observar donde escarbaba. Ahí había que dejar un puñal con la punta muy afilada, para que la veta no se corra y volver al día siguiente a excavar. Sin embargo muchos desistieron porque no hay ser humano capaz de resistir el terror que esta fiera inspira.
Y es que este famoso can azabache es el guardián del diablo y sólo obedece a su amo, quien acostumbra a llamarlo con un silbido tan penetrante que resuena en poblados enteros.
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